domingo, 25 de mayo de 2014

3.1 METODOLOGIA PARA DISEÑO DE ESCENARIOS Y SIMULACROS





TOMADO DEL MODULO III DEL MANUAL DE FORMACION EN PROTECCION CIVIL DE LA SEGOB PARA EL PROGRAMA DE CAPACITACION REGIONAL



Parte I 
3.1 PLANIFICACIÓN PARA CASOS DE EMERGENCIA

Antecedentes. 
Desde hace mucho tiempo, las grandes ciudades del  mundo han establecido mecanismos descentralizados para el manejo de emergencias especificas; los accidentes aéreos o la interrupción de servicios han sido con frecuencia atendidos por grupos especializados como bomberos, policía, cruz roja. Sin embargo, las crisis de mayor magnitud, como terremotos, inundaciones, etc., han mostrado la necesidad de un organismo de coordinación y administración centralizado, bien preparado, que se basa en procedimientos pre – establecidos y no en un organismo improvisado en el momento. Tal es el caso de las unidades de protección civil ya sean municipales, estatales o internas de los sectores público, privado y financiero; cuya función resulta de vital importancia para la coordinación y aplicación de esfuerzos que contribuyan a la resolución de situaciones de emergencia, evitado así desperdicio de recursos humanos y materiales.

El principio más importante para un eficiente manejo de situaciones críticas es que todas las estructuras, procedimientos e instalaciones estén preparados y adecuados antes de que se presente la situación de emergencia, ya que el no aplicar las medidas preventivas adecuadas con anticipación puede provocar mayor confusión que impida una adecuada coordinación. Por otra parte, es necesario considerar que al enfrentar un estado de emergencia se deben aplicar las medidas pertinentes previamente establecidas y efectuar cabios solo en casos excepcionales, ya que una organización puede desintegrarse rápidamente si se cambian las reglas a la mitad de un trabajo de esta índole.

Por tal razón resulta indispensable desarrollar e integrar las funciones de subprograma de prevención en donde sus miembros sepan quién informa a quien, sobre que, de qué manera actuar y en qué momento. Además cada acción que lo integre debe someterse a práctica, análisis y evaluación ya que, ninguna preparación para el manejo de situaciones de emergencia puede ser eficaz sin ejercicios frecuentes de entrenamiento.

Por lo tanto, la información que  a continuación se presenta, brinda los elementos necesarios para que quienes están encargados de la coordinación y organización de acciones durante una emergencia, tomen en consideración el tipo de comunidad, sus recursos, requerimientos y necesidades que le permitan optimizar las acciones de respuesta.
  
Planificación para casos de emergencia. 
La planeación es el marco de referencia del quehacer público, es el mecanismo que permite una estimación racional de los recursos y es el medio para alcanzar los objetivos y responder a las demandas sociales. Esta actividad, al traducirse en planes específicos, constituye una guía invaluable para la acción.

Las tareas de protección civil como cualesquiera atrás, requieren de una adecuada planeación para armonizar sus tareas con los objetivos establecidos en los distintos programas, y en particular hacia aquellos que se desprenden de las actividades de prevención.

Lo anterior quiere decir que solo contando con los planes específicos para atención de desastres para cada tipo de agente perturbador, se podrán reducir las pérdidas de vidas humanas y los daños esperados a los bienes y a la naturaleza, propósito de la protección civil.

Entre los primeros pasos que se deben dar dentro del proceso de planificación están el reunir la información y evaluar la situación presente. Esto se pee lograr a través de la organización de las acciones, personal, servicios  recursos disponibles para la atención de un posible desastre, con base en la evaluación de riesgos, disponibilidad de recursos materiales y humanos, preparación de la comunidad, capacidad de respuesta local e internacional, etc.

Es conveniente recordar que desde el principio se identifique a los participantes potenciales en una respuesta a emergencias para que sus recursos sean incluidos dentro de la planificación.
Al mismo tiempo. Se debe revisar el plan ya elaborado para saber que tan adecuado es y cómo puede contribuir a una respuesta coordinada, examinar las interrelacione, las responsabilidades y las comunicaciones.

En este nivel del proceso deben definirse los posibles incidentes y tomar en cuenta su  probabilidad y consecuencias con el fin de establecer prioridades para la planificación. En otras palabas significa que se debe identificar y analizar aquellos agentes o fenómenos que representan una amenaza para la población, sus bienes y medio ambiente pudiendo provocar un desastre. Dicho fenómeno puede ser de origen natural o humano.

Detección de riesgos. 
Se deben ubicar las zonas susceptibles de impacto y número de personas bajo riesgo para plantear el nivel de respuesta que, en caso de emergencia, se necesitara. Al identificar los posibles riesgos será importante elaborar un listado de todos ellos en base a la siguiente clasificación que propone el sistema nacional de protección civil, para descartar o confirmar su incidencia en la zona.

Determinación de sistemas afectados. 
Consiste en determinar cual o cuales de los riesgos identificados son los que representan mayor peligro para la población, para ello es necesario conocer:

-        Características geográficas. 
-        Las características de la zona e cuanto a organizaciones de tipo social, cultural, económico, religioso, etc. 
-        Las causas, las posibles consecuencias y las formas para evitar o disminuir las amenazas, amplitud de la zona de impacto, impactos a largo plazo, impactos en áreas ambientales sensibles, identificar la ocurrencia de incidentes aislados o incidentes simultáneos, complicaciones causadas por factores ambientales especiales, etc. Para esto es muy importante el intercambio de experiencias  la asesoría con los técnicos de las diferentes instituciones que presentan servicio en nuestra comunidad. 
-        La historia de los hechos que han causado emergencias anteriormente, la frecuencia con que se han presentado y las medidas que se han tomado en esas ocasiones. No podemos perder de vista algunas situaciones que podrían convertirse en amenaza y afectar en un futuro.
  
Análisis de afectabilidad. 
La afectabilidad es la exposición de las personas, sus obras y su medio, a los efectos de una amenaza. Es una responsabilidad de todas las unidades de protección civil el evaluar la afectabilidad que los diferentes inmuebles tienen ante la posible ocurrencia de amenazas naturales. Tiene la finalidad de obtener estimaciones sobre los niveles de riesgo existentes. Una vez elaborado este análisis, con la información obtenida se podrá saber en qué grado se afectara una comunidad y/o inmueble. Cabe mencionar que, en muchos e los casos, personas entrenadas anticipadamente podrían realizar una evaluación preliminar del nivel de riesgo. Para determinar la afectabilidad es necesario evaluar los siguientes aspectos:

Riesgos estructurales y no estructurales. 
-        Cuáles son los objetos expuestos a la amenaza.


Significa que hay que identificar las viviendas, edificios, tierras de cultivo, caminos, puentes, transporte, acueductos redes de energía eléctrica, etc., que se encuentran en las áreas de mayor peligro. Además se deben ubicar y conocer las vías de acceso de la comunidad y rutas alternativas.

Por otra parte se debe conocer la ubicación de la población expuesta a algún peligro, que personas tienen limitación para desplazarse o requieren de tratamiento médico especializado.

Riesgos Estructurales 
En relación a este apartado se pueden considerar dos preguntas básicas para cada elemento no estructural:
  
I)                ¿Podría algo causarla daño a dicho elemento en caso de un sismo o huracán?
II)              ¿Podría la interrupción de su funcionamiento ser un problema serio?

Esto dará la orientación para elaborar una lista preliminar de elementos para una consideración más detallada.

Para poder identificar los elementos bajo riesgo, primero se debe identificar el tipo de construcción predominante, segundo, analizar la resistencia y la estabilidad de los elementos y uniones de la construcción y; tercero, evaluar la vulnerabilidad de equipos e instalaciones.

Para poder llevar a cabo acciones de prevención se debe conocer:

-        Los tipos de inmuebles existentes en la zona.
-        Para que fueron construidos originalmente.
-        Que usos se le han dado desde que fueron construidos.
-        De qué manera ha respondido el inmueble ante siniestros pasados.
-        A que restructuraciones o remodelaciones se han sometido a los inmuebles.

 Para esto se deben consultar los planos, si existen, de los inmuebles y solicitar asesoría en caso que se requiera.
  
Características. 
Además de lo ya mencionado, se debe conocer cuáles son las características internas de construcción de los inmuebles de tal forma que permita ubicar cuales son las áreas de mayor resistencia y/o debilidad.

Usos. 
También es importante registrar, preferentemente, sobre los mismos planos de los inmuebles, cual es el uso que en el momento de efectuar la revisión se le está dando a los mismos.

Áreas de conflicto. 
Al tomar en cuenta el uso que tiene el inmueble, se debe evaluar y anotar aquellas zonas que pueden llegar a ser conflictivas debido a que obstaculizan el libre paso de las personas en caso de una evacuación.

Áreas de Riesgo. 
Se refiere a aquellas zonas que por el tipo de actividad que se desempeña, pueden  representar un riesgo para sus ocupantes o incluso para las áreas externas circundantes.

Riesgos no Estructurales. 
Se refiere a la evaluación del peligro que pueden llegar a representar aquellos elementos u objetos que o forman parte de la construcción inicial del inmueble, como pueden ser muros divisorios, cancelería, estantes, lámparas, ventanas, puertas, escaleras, entre otros.

A causa de terremotos los daños en componentes no estructurales pueden ser severos, aun cuando  la estructura de la edificación permanezca intacta. Entre más vulnerables sean los elementos no estructurales a los sismos y los huracanes, mayor será el riesgo para los ocupantes y mayores serán las perdidas esperadas. La experiencia ha demostrado que los efectos de segundo orden causados por daños no estructurales pueden agravar significativamente la situación. Por ejemplo, cielos rasos y acabados de paredes que caen sobre corredores o escaleras que pueden interrumpir el tráfico. Hay también muchos problemas asociados con huracanes, tales como la destrucción de techos y ventanas con daño consecuente en equipos, muebles y otros elementos por el viento y el agua.
  
Infraestructura. 
Se refiere el impacto de las amenazas naturales sobre los recursos físicos externos, como pueden ser las telecomunicaciones, suministro de agua, suministro de energía, alcantarillado, suministro de gas y combustibles.

Dentro de las acciones que se pueden aplica para aminorar las consecuencias se pueden mencionar dos:
  
I)                Aquellas que son fáciles de implementar en el corto plazo, como dotar de contraventanas y arrastramientos a las puestas, instalar pernos adicionales a las tejas de los techos, fijar platas externas, reubicar sistemas e almacenamiento en  edificios, en caso de que el lugar en donde se encentran sea vulnerable. Estos trabajos pueden realizarse por el personal de mantenimiento o por pequeños contratistas.
II)              Aquellos que requieren asesoría de especialistas, de capital significación, como modificaciones costosas o construcciones nuevas por implementar  a mediano y largo plazo.

Población- 
Con respecto a las personas, se debe conocer la cantidad de ellas, sus edades y características, ya que pueden existir casos de personas que ante una emergencia real actúen de manera desordenada o bien personas que tengan impedimentos físicos que les dificulten salir de un inmueble. El contemplar estos aspectos sobre la población ayudara a definir las acciones de auxilio y prevención dentro del proceso de planificación.

Por otra parte, cabe mencionar que un análisis de afectividad podría comenzar con una inspección  visual de las instalaciones  y con la preparación de un reporte preliminar de evaluación. Posteriormente, el reporte puede ser discutido con los consultores y autoridades para definir prioridades y los cronogramas para llevar a cabo el trabajo. Después de hacerse diseñado el programa deben ser revisadas y analizadas otras áreas para ser intervenidas.

Cuál es la capacidad que se tiene para enfrentar, reducir o eliminar una situación de emergencia.

En este sentido es conveniente contar con un inventario de los recursos humanos y materiales, su estado, ubicación y disponibilidad.
continuara...


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